Siempre he creido que soy una princesa, que meresco lo que deseo y lucho por ello; que vivo en "mi cuento de hadas", lo se, tengo 18 años y aunque me creo muy madura, a veces recuerdo todo eso. Es mi cuento de hadas, todos vivimos en uno, donde pensamos que cualquier amor que tengamos es nuestro verdadero amor, pero a veces no pasa así - o al menos la mayoria del tiempo-, pero recordemos, que como cualquier historia los personajes suelen cambiar, los villanos pasan a ser aliados del protagonista y el mejor amigo del protagonista se convierte en el peor enemigo; se podría decir que la historia gira en 180°, totalmente por completo.  
Si me detengo a pensar en todo lo que he vivido en mi cuento, no se si reiria o lloraria, posiblemente ambas.
Si me pusiera a pensar en todas la personas a las que les he dejado de hablar o en todos los amigos que de una u otra manera fueron fugasez, diria que perdi mi tiempo en charlas vacías, sin sentido alguno, sin emoción alguna. Sin embargo, hay amigos que se quedan allí, para apoyarte, que aunque les hagas la peor groseria, ellos siguen alado de tí, aunque a veces no te percibas ni tu a ellos.